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Por Pamela Gidi Masías, Subsecretaria de Telecomunicaciones.
Cuando hace tres años, en marzo de 2018, tomamos la decisión de avanzar hacia el desarrollo de redes 5G sabíamos que no transitaríamos por un camino fácil. Fueron años de importante trabajo desde el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones con todos los actores involucrados: las empresas del sector de telecomunicaciones, la academia, los alcaldes de todo el país, el Senado y la Cámara de Diputados, entre otros. Junto a la Ministra Hutt y su constante respaldo y liderazgo , sentamos las bases del futuro despliegue, considerando contraprestaciones sociales, y además realizamos pilotos para que los ciudadanos pudieran acercarse a lo que será la futura red.
El pasado 16 de febrero dimos un gran paso. Se realizó el último concurso de los cuatro establecidos para el desarrollo de la nueva red, esta vez de la banda de 3,5 GHz. Al finalizar este desempate como Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones dimos una importante noticia: los concursos públicos 5G, además de concitar alto interés de las empresas, lograron recaudar USD 453 millones para el Fisco. A ese ingreso fiscal, se sumarán más de USD 83 millones por el uso de los 1.800 Mhz de espectro concesionado para 5G.
5G no es solo mayor velocidad, menor latencia y otras importantes características que hacen única a esta red. 5G también significa mayor recaudación para el Estado de Chile. También implicará mayor inversión por parte de las empresas que no solo se limitará a la cifra recaudada por los concursos realizados, sino que se ampliará en varios de miles de millones en los años siguientes con la construcción de la infraestructura digital necesaria para implementar la red.
En un contexto marcado por la pandemia, con un escenario de estrechez económica y caída en la inversión en toda la región, el sector de telecomunicaciones chileno está llamado a ser uno de los pilares de la recuperación económica nacional. Más de USD 3.000 millones en inversiones necesarias para el despliegue, la creación de más de 60 mil nuevos puestos de trabajo, sumado a una serie de desarrollos de nuevas industrias que serán parte fundamental de la recuperación económica del país en los próximos años. Además, diversos reportes indican que el 5G generará un impacto económico de 1% del PIB para el año 2035, siempre y cuando trabajemos en creación de valor.
Pero además de aspectos económicos se suma el desarrollo a nivel social. Las empresas tienen la obligación de dar cobertura al 90% del territorio poblacional, acercando la tecnología a los distintos rincones del país. Además y como parte de las contraprestaciones sociales que tendrán las empresas de telecomunicaciones que se adjudiquen la licitación del Concurso Público 5G, 366 localidades serán beneficiadas por primera vez con Internet móvil de alta velocidad, de las cuales, más de 280 son rurales. Adicionalmente, los 199 hospitales presentes en el país estarán conectados a la nueva red, mejorando la calidad de atención de sus pacientes, de los cuales, 163 están presentes en regiones.
Con esto, más de 300 mil habitantes de distintas localidades superarán la desigualdad digital al verse beneficiados con datos móviles de alta velocidad.
También más de 80 zonas de interés se verán impactadas positivamente con esta nueva tecnología, en concreto, 17 aeropuertos y aeródromos, 12 centros de interés científico, 28 instituciones de educación superior y 23 puertos marítimos.
Chile sumó un nuevo hito en telecomunicaciones. Tras ser el primer país de la región en disponibilizar espectro para una licitación 5G (1.800 MHz) ahora se convierte en el primero de Latinoamérica en licitar con una interesante marca a nivel recaudatorio. Pero no será todo, en los próximos meses seremos los primeros en desplegar redes de 5G por todo el país, llevando los beneficios sociales y económicos a los usuarios de todo Chile.
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