Banyeliz Muñoz
LUN
22 de enero de 2016
Chile es un país altamente dependiente de sus recursos naturales. Y eso nos ha jugado una mala pasada tras el derrumbe del precio del cobre, nuestro principal commodity. Por eso, expertos coinciden en la importancia de avanzar hacia una estrategia científica que ayude a diversificar nuestra matriz productiva. “Debemos movernos hacia una economía basada en el conocimiento”, subraya Mauricio López, director de Ingeniería UC.
¿Qué áreas deberíamos potenciar de manera urgente de acá a 10 años? Jaime Alée, gerente de innovación del OpenBeauchef de la U. de Chile, dice que una de ellas es la Astrotecnología. En este campo tenemos científicos trabajando, pero no desarrollamos servicios asociados. “Chile es uno de los tres países con mayor inversión en telescopios y observatorios astronómicos del mundo. Lo lógico sería potenciar softwares especializados, pero ni siquiera tenemos profesionales que atiendan sus servicios de construcción y mantenimiento”, lamenta.
Otras áreas que destaca son las tecnologías asociadas a la minería, dado que 50% de las inversiones mineras de los próximos años serán en maquinaria y tecnología. “No tenemos desarrollo local en esta área: se requieren profesionales relacionados a la informática, ingeniería y logística”, detalla. También destaca la necesidad de potenciar el desarrollo de programas de alerta temprana -especialistas en prevenir los efectos de los desastres naturales a nivel industrial-, donde tampoco tenemos ningún desarrollo local.
Mauricio López, por su parte, sostiene que la clave del futuro serán las ciencias aplicadas, programas que mezclan distintas disciplinas para solucionar problemas. ¿Ejemplos? Carreras como Ingeniería Biológica o Biomédica, Biofísica e Ingeniería Física; o áreas relacionadas la sustentabilidad, estrategias para la sequía e hidráulica, entre otras. “Los problemas no son monodisciplinarios”, recalca.