Por: Dr. Rafael E. Alcaraz Rodríguez

Vivimos en un mundo sumamente cambiante, en los últimos años hemos sido testigos de un nivel de desarrollo tecnológico y generación de conocimiento, que no habíamos visto en el resto de la historia de la humanidad y, este mundo sigue cambiando cada día, lo cual representa un gran reto para todos nosotros.
La educación no se ha visto exenta de esta tendencia de cambio y ha tenido que reflexionar seriamente y transformarse para dar respuesta a esos cambios, a través de sus modelos educativos en general, reforzando un proceso formativo que favorezca la incorporación de nuestros estudiantes a este entorno tan volátil, incierto, complejo y ambiguo que nos presenta el mundo actual.
Hace algunos meses tuve la oportunidad de escuchar una plática del Rector y Presidente del Tecnológico de Monterrey, el Dr. David Garza Salazar, en la cual compartió una frase que refleja todo este proceso de transformación por el cual están pasando las Instituciones educativas y en referencia a la formación que estamos dando a nuestros estudiantes: «Cuando nuestros estudiantes se gradúen se van a enfrentar a un mundo todavía más cambiante al que ya viven. Trabajarán en empresas que aún no han sido creadas. Usarán tecnologías que aún no han sido inventadas y, tendrán que resolver problemas que hoy no conocemos”.
La frase del Dr. Garza Salazar es un mensaje muy claro y directo y, hace referencia a la importancia que hoy en día están dando las universidades a generar un cambio en su Modelo Educativo, para integrar un proceso formativo que vaya más allá de las competencias técnicas y al conocimiento de las áreas de especialidad de nuestros estudiantes, las cuales no pueden cuestionarse en lo absoluto, sin embargo, hoy en día se requiere retomar y fortalecer una serie de competencias transversales, que complementen la preparación del estudiante para su vida laboral en general y, en particular, en su desarrollo personal y profesional.
En relación a lo antes señalado, cobra gran relevancia el tema de la Innovación y el Emprendimiento, como competencias básicas de nuestros estudiantes, a desarrollar en su proceso educativo, ya que es indispensable que el nuevo profesionista, tenga la capacidad de dar respuesta a las situaciones cambiantes que le están y seguirán tocando vivir, especialmente en su capacidad de “aplicar” y usar su potencial creativo y de innovación, no solo para dar respuesta sino incluso para detectar y aprovechar oportunidades, es decir, tomar la iniciativa para proponer soluciones y cambios ante los retos que se les presenten, en pocas palabras, no solo responder al cambio de manera adecuada, sino incluso ser capaces de proponerlo y anticiparlo.
Ahora bien, gracias a la investigación realizada en el tema durante los últimos años, se cuenta con evidencia y está bien fundamentado el proceso para promover y desarrollar las competencias y, en particular, las de innovación y emprendimiento, de tal manera que los estudiantes puedan reconocer su importancia, visualizándolas como una opción de desarrollo personal y profesional, ya sea a través de su aplicación para la generación de sus propios emprendimientos y/o su inserción como agentes de cambio en las organizaciones.
Es un hecho que las competencias de innovación y emprendimiento (I&E), involucran no solo el desarrollo de ciertas competencias técnicas (detección de oportunidades, desarrollo de soluciones con propuestas de valor sólidas, generación de productos, servicios y procesos innovadores, modelos y planes de negocios, entre otras), sino también algunas de tipo personal como son: Aceptación del riesgo, Iniciativa, Creatividad, Liderazgo, Trabajo en Equipo, Negociación, entre otras; y, que se pueden ir desarrollando y fortaleciendo de manera continua a través de la trayectoria estudiantil de las y los alumnos de cada institución, en todos los niveles.
Finalmente, se ha confirmado que todas estas competencias pueden ser desarrolladas a través de la participación de los estudiantes en proyectos y actividades a lo largo de sus estudios, siempre y cuando vayan acompañadas de un programa de seguimiento, tutoría y retroalimentación constante y, de una manera estructurada, que garantice su desarrollo.
Hoy en día, integrar estas competencias es un deber por parte de las instituciones educativas, para garantizar una formación integral en sus estudiantes, acorde a los tiempos y como una respuesta a los retos que les tocará seguir afrontando en su vida personal y profesional.
Sobre el autor
El autor es Ingeniero Agrónomo (Tecnológico de Monterrey, México), cuenta con dos maestrías en Ciencias (Colorado State University, USA) y Educación (Univ. Autónoma de Guadalajara, México), así como un doctorado en Ciencias Económicas y Dirección de Empresas (Universidad de Deusto, España).
Cuenta con certificaciones en las áreas de consultoría de emprendimiento, empresas familiares, coaching empresarial, administración de proyectos, dinámicas grupales y aprendizaje experiencial, así como certificaciones en diseño e impartición de cursos de formación de capital humano y evaluación de competencias con base en estándares de competencias.
Ha desempeñado diversos cargos como Director de carrera, Departamento Académico, Centros, Áreas de Apoyo, Coordinador de Cátedras de Investigación, además de la Dirección a nivel Sistema del área de Emprendimiento y Liderazgo en el Tecnológico de Monterrey.
Actualmente es Líder de Desarrollo de Profesores en Liderazgo y Emprendimiento de la Dirección de Gestión de Talento, Vicerrectoría de Educación Continua del Tecnológico de Monterrey.
Profesor Titular, Investigador, Consultor y Facilitador de Educación Continua del Tecnológico de Monterrey; docente de la institución desde 1991, Premio a la Labor docente en 2006.
Autor del Libro “El Emprendedor de Éxito”, Ed. McGraw-Hill. 6a. Edición (Bestseller de Negocios) y Capítulos en 7 libros relacionados con Emprendimiento, Administración de Pequeñas Empresas y Desarrollo de Competencias, así como varios artículos científicos y de difusión publicados.
Autor del Curso sello de Emprendimiento, Modelo de Incubadoras de Empresas y de la Red de Incubadoras del Sistema Tecnológico de Monterrey, así como del Modelo de Formación Empresarial (Modalidad Emprendedora), del Sistema Tecnológico de Monterrey.
Ha recibido diversos reconocimientos y premios a nivel nacional e internacional.
Mail: ralcaraz@tec.mx
http://www.mhhe.com/latam/alcaraz_ee6a