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Más de mil laboratorios de fabricación digital de todo el mundo se juntaron en el encuentro internacional de Fab Labs, FAB12, que este año en realizó en Shenzen (China). Entre ellos, el Fab Lab U. de Chile, perteneciente al ecosistema OpenBeauchef.
Durante ocho días, Danisa Peric, directora ejecutiva del Fab Lab U. de Chile, y su director académico, Juan Cristóbal Zagal, participaron del encuentro anual, donde los laboratorios se reúnen a debatir y colaborar sobre fabricación, desde el mundo maker (o realizador de prototipos bajo el concepto del DIY o hazlo tú mismo) hasta la escalabilidad industrial.
Con el slogan Fabricating the Future, en el encuentro se desarrollaron variados workshops, simposios sobre fabricación digital y desarrollo tecnológico; la directora del Fab Lab U. de Chile, junto a Diego Pinochet, del Design Lab de la Universidad Adolfo Ibáñez, acompañó el workshop “From VR to 3d print”. Además tuvo la experiencia de asistir a varias fábricas chinas, entre las cuales presenció la cadena de montaje de diversos dispositivos y probó cotizar 500 unidades de un robot complejo.
-¿Qué relación hay entre los emprendimientos que alberga el Fab Lab y los observados en China?
Danisa Peric: Un tipo de emprendimiento que fomenta nuestro laboratorio es el dispositivo tecnológico. Como ejemplo, un proyecto ícono del laboratorio es un sistema que genera y almacena energía gracias al oleaje del mar. Para que este tipo de proyectos tenga impacto, es crucial su escalabilidad, y en ese sentido Shenzhen es una ciudad estratégica, por su capacidad de producir en masa y de manera muy rentable, objetos complejos como el Hardware. Shenzhen tiene la virtud de ser en sí misma una red industrial de fábricas específicas pero conectadas.
Hoy el maker puede prototipar hardware complejo dentro de los Fab Labs y proyectar su escalabilidad.
-¿Qué dispositivos o estrategias de fabricación destacadas nos puedes contar sobre la visita a las fábricas en China?
DP: Hay un interesante modelo de empresa que se ubica entre quien idea el proyecto y la fábrica que se encarga de la producción. Son las «Design to Fabrication». Generalmente, uno se contacta directamente con la fabrica, la que muchas veces adapta el producto a sus tecnologías, no siendo siempre la manera más eficiente de fabricar. Además de mejorar y validar el producto (performance), la virtud de este nuevo modelo de empresa, es que manejan una red de fábricas, por lo que por un lado son capaces de abarcar proyectos complejos (diferentes materiales, componentes y geometrías) y por otro lado te asegura que su fabricación sea la más adecuada en términos de tecnologías de producción. Puede ser que inicialmente implique mayor inversión, pero finalmente en la producción masiva es más eficiente, por lo tanto más rentable.
-¿Hacia dónde está apuntando actualmente el mundo de los fab labs?
DP: Otro tema del Fab12, contingente y relevante para el estado actual de los laboratorios, es lo que se llama Fab 3.0. Ya llevamos varios años utilizando las mismas máquinas para producir objetos, por lo que muchas veces los procesos productivos se ven limitados. Lo que se plantea es, ya que tenemos las capacidades técnicas y tecnológicas, comenzar a desarrollar máquinas específicas para las faenas de fabricación que se requieran. Esto puede abrir nuevos procesos de diseño y fabricación, y por consecuencia, aumentar la gama de resultados posibles o volverlos más adecuados. El control número es una tecnología ya gobernada que se puede extrapolar a múltiples funciones, y a eso apunta el Fab 3.0 y la premisa «machines that make machines».
De acuerdo a la directora del Fab Lab de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, la visita a Shenzen fue una gran oportunidad para poner en común las problemáticas y desafíos de los laboratorios de fabricación digital en el mundo. Algo similar pasará el próximo año en Santiago, cuando Chile sea el país anfitrión del FAB13.
Comunicaciones y Extensión con el Medio.
Fab Lab U. de Chile.
Galeria de fotos: FAB12, Shenzen, China
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Más de mil laboratorios de fabricación digital de todo el mundo se juntaron en el encuentro internacional de Fab Labs, FAB12, que este año en realizó en Shenzen (China). Entre ellos, el Fab Lab U. de Chile, perteneciente al ecosistema OpenBeauchef.
Durante ocho días, Danisa Peric, directora ejecutiva del Fab Lab U. de Chile, y su director académico, Juan Cristóbal Zagal, participaron del encuentro anual, donde los laboratorios se reúnen a debatir y colaborar sobre fabricación, desde el mundo maker (o realizador de prototipos bajo el concepto del DIY o hazlo tú mismo) hasta la escalabilidad industrial.
Con el slogan Fabricating the Future, en el encuentro se desarrollaron variados workshops, simposios sobre fabricación digital y desarrollo tecnológico; la directora del Fab Lab U. de Chile, junto a Diego Pinochet, del Design Lab de la Universidad Adolfo Ibáñez, acompañó el workshop “From VR to 3d print”. Además tuvo la experiencia de asistir a varias fábricas chinas, entre las cuales presenció la cadena de montaje de diversos dispositivos y probó cotizar 500 unidades de un robot complejo.
-¿Qué relación hay entre los emprendimientos que alberga el Fab Lab y los observados en China?
Danisa Peric: Un tipo de emprendimiento que fomenta nuestro laboratorio es el dispositivo tecnológico. Como ejemplo, un proyecto ícono del laboratorio es un sistema que genera y almacena energía gracias al oleaje del mar. Para que este tipo de proyectos tenga impacto, es crucial su escalabilidad, y en ese sentido Shenzhen es una ciudad estratégica, por su capacidad de producir en masa y de manera muy rentable, objetos complejos como el Hardware. Shenzhen tiene la virtud de ser en sí misma una red industrial de fábricas específicas pero conectadas.
Hoy el maker puede prototipar hardware complejo dentro de los Fab Labs y proyectar su escalabilidad.
-¿Qué dispositivos o estrategias de fabricación destacadas nos puedes contar sobre la visita a las fábricas en China?
DP: Hay un interesante modelo de empresa que se ubica entre quien idea el proyecto y la fábrica que se encarga de la producción. Son las «Design to Fabrication». Generalmente, uno se contacta directamente con la fabrica, la que muchas veces adapta el producto a sus tecnologías, no siendo siempre la manera más eficiente de fabricar. Además de mejorar y validar el producto (performance), la virtud de este nuevo modelo de empresa, es que manejan una red de fábricas, por lo que por un lado son capaces de abarcar proyectos complejos (diferentes materiales, componentes y geometrías) y por otro lado te asegura que su fabricación sea la más adecuada en términos de tecnologías de producción. Puede ser que inicialmente implique mayor inversión, pero finalmente en la producción masiva es más eficiente, por lo tanto más rentable.
-¿Hacia dónde está apuntando actualmente el mundo de los fab labs?
DP: Otro tema del Fab12, contingente y relevante para el estado actual de los laboratorios, es lo que se llama Fab 3.0. Ya llevamos varios años utilizando las mismas máquinas para producir objetos, por lo que muchas veces los procesos productivos se ven limitados. Lo que se plantea es, ya que tenemos las capacidades técnicas y tecnológicas, comenzar a desarrollar máquinas específicas para las faenas de fabricación que se requieran. Esto puede abrir nuevos procesos de diseño y fabricación, y por consecuencia, aumentar la gama de resultados posibles o volverlos más adecuados. El control número es una tecnología ya gobernada que se puede extrapolar a múltiples funciones, y a eso apunta el Fab 3.0 y la premisa «machines that make machines».
De acuerdo a la directora del Fab Lab de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, la visita a Shenzen fue una gran oportunidad para poner en común las problemáticas y desafíos de los laboratorios de fabricación digital en el mundo. Algo similar pasará el próximo año en Santiago, cuando Chile sea el país anfitrión del FAB13.
Comunicaciones y Extensión con el Medio.
Fab Lab U. de Chile.
Galeria de fotos: FAB12, Shenzen, China
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