Este año y el que pasó…

Este año y el que pasó…

(“Ellos no eran soñadores, eran visionarios”. MJ  Israel)

Encuentro con Facultad de Ciencias Agronómicas de la U. de Chile

 

Por un lado, el ambiente de emprendimiento e innovación en la comunidad universitaria (alumnos, profesores, investigadores y administración) ha sido encendido en nuestra Facultad y está llegando rápidamente a la Universidad. Por otro lado, las iniciativas de emprendimiento que están comenzando a fluir hacia la sociedad en la forma de innovación, empresas, empleos, acción productiva, industrial y social se comienza -muy inicialmente- a producir. Tenemos orgullosamente algunos casos de “graduados” que podrían dar que hablar este año, en el contexto y ambición que nos interesa promover, o sea, “relevante y con sentido de gran impacto país/mundo”.

 

Primeros graduados OB

 

¿Estamos satisfechos? Sí, creemos que hemos conseguido una marca de prestigio y un nivel increíble para un primer año. Sin embargo, fue construido con gran esfuerzo de personas que dedicaron mucho más tiempo y corazón que el que debería ser razonable en una operación sustentable. Un equipo cuyo núcleo son unas 50 personas, de las cuales, más de la mitad han sido relevantes profesionales “seniors y outsiders” externos a la Universidad, que forman parte de una cruzada por la trascendencia de este país. Un equipo de lujo, impagable y también insostenible en el largo plazo. Nuestro mérito: haberlos convencido y liderado en esta increíble aventura.

 

Parte del equipo de avatares OB

Este año 2017 nos concentraremos en cerrar las brechas que aún quedan abiertas:

  • Lograr la sustentabilidad e impacto de los casos de éxito del 2016 tanto al interior como al impacto social que nos propusimos.
  • Mejorar los mecanismos operacionales de acceso a capital de riesgo sustituyendo los subsidios gradualmente por flujo de caja de la operación y crecimiento, ojalá global.
  • Formalizar la operación de emprendimiento e innovación en un programa profesional y autosustentable.

Si hay algo que aprendimos en 2016, sobre 140 iniciativas apoyadas y las pocas que hoy siguen, es la importancia de la recurrencia en cuestionarse, errar, revisar, validar y ser rigurosos en los modelos de negocio. Nos damos cuenta que este sentido de “solo los paranoicos sobreviven”, aludiendo al famoso libro de Andy Grove, es tan vital para un emprendimiento, como lo es para una persona hacerse cargo de su actuar ante la vida. Igualmente, la total dedicación del equipo (factor humano) al trabajo, más un espíritu de rigor y sufrimiento, como lo vive un monje, es fundamental.  No se trata solamente de héroes y pasión adolescente, sino de ser aplicados y estar con los ojos y la mente abiertos a cuestionar nuestras debilidades.

 

Jaime Alée G.

Gerente Innovación y Emprendimiento

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