Industria 4.0: Seguridad laboral, productividad y reducción de costos

 Articular la academia y la industria, incluyendo en este proceso a los centros de innovación y emprendimiento, puede ser un factor clave para enfrentar el acelerado cambio de paradigma que enfrenta el mundo. El Director del AMTC, Javier Ruiz del Solar, se refiere a los aportes del centro que lidera en este proceso histórico.

Dr. Javier Ruiz del Solar, director del AMTC e investigador del Departamento de Ingeniería Eléctrica.

La Industria 4.0, también conocida como la 4ta revolución industrial, supone una serie de desafíos para los países y también para las personas. Desde el 2011, tras la Feria de Hannover, donde diferentes actores involucrados pudieron conocer las grandes ventajas y combinaciones posibles al introducir el big data, la inteligencia artificial (IA), el Internet de las Cosas, la fabricación aditiva y la automatización; su paso se aceleró.

Un panorama del cual no estamos al margen, a pesar de los miles de kilómetros de distancia con Alemania.

El Dr. Javier Ruiz del Solar, profesor titular del Departamento de Ingeniería Eléctrica y director del Advanced Mining Technology Center (AMTC), se refirió a este cambio de paradigma y cómo aportan abordarlo desde la Universidad de Chile.

Respecto a qué es la Industria 4.0 y por qué es relevante desarrollarla en el país, el investigador indica que es una pregunta compleja, añadiendo que “ha habido distintas revoluciones tecnológicas en el pasado, por ejemplo, todos conocemos la revolución industrial que cambió la forma en cómo funcionaba la industria a nivel mundial. Actualmente, estamos viviendo la revolución de la Industria 4.0, y lo que está sucediendo es que no solo está cambiando la forma en la que la industria funciona, sino que también la manera en la cual toda la sociedad lo hace”. 

Según relata, actualmente, una empresa pequeña puede producir productos finales sin tener una cadena tan variada de proveedores y puede competir con empresas globales.

En minería, las tecnologías asociadas a la Industria 4.0 se pueden aplicar en una infinidad de tareas, desde la automatización de máquinas y vehículos, hasta predecir el comportamiento de procesos y de situaciones que pueden dañar el medio ambiente y a los equipos de trabajo.

“Esto es muy beneficioso para la minería, porque permite aumentar la seguridad de la actividad minera, permite disminuir su impacto ambiental, aumentar la productividad y reducir los costos”, explica. 

Un ejercicio que conoce desde cerca, ya que es la labor en la que concentran su principal esfuerzo en el AMTC.

“La industria minera es la con mayor sofisticación tecnológica del país, y eso se debe a que la gran minería chilena es de clase mundial y eso significa que se usan las mismas tecnologías que en cualquier lugar del mundo”, añade.

La digitalización de la industria minera se aceleró durante los dos últimos años producto de la pandemia por Covid 19, lo que apresuró varios de los procesos involucrados, consolidando, por ejemplo, los centros integrados de operaciones desde donde se monitorean y controla procesos desde el exterior de las operaciones mineras. 

A modo de ejemplo, en diciembre de 2021, Codelco inauguró un moderno Centro Integrado de Operaciones Estratégico ubicado en el centro de Santiago. Desde ahí, se reciben y monitorean los datos provenientes desde la División Ministro Hales y de Chuquicamata Subterránea en el caso de Calama. Desde Los Andes se notifican las operaciones de la División Andina. En tanto, desde la ciudad de Rancagua se monitorean y controlan los procesos de la División El Teniente.

Vinculación Universidad-Industria: elemento clave en la Innovación Tecnológica

El director del AMTC indica que uno de los principales desafíos para adaptarse al cambio está vinculado a la formación, tanto de técnicos como profesionales, por lo que hay una gran responsabilidad de parte de las universidades y los centros de formación técnica e institutos profesionales.

En este sentido, detalla que la Casa de Bello, a través del AMTC, tienen un compromiso con la formación de ingenieros y de profesionales en cargos gerenciales, añadiendo que “tenemos que preocuparnos que los profesionales que formamos sean los que el país necesita en el contexto de la industria 4.0, también nos preocupamos de capacitar a los profesionales que ya están en la industria y también nos preocupamos de decirles cuáles son las nuevas tendencias a los niveles gerenciales y de toma de decisiones”. 

Finalmente, el académico plantea que un centro como OB, cuyas áreas comprenden la innovación y el emprendimiento, es fundamental, porque permite crear y movilizar capacidades hacia las diferentes industrias con desarrollos novedosos y de gran utilidad.

“En estos tiempos de cambio tecnológico, también estamos viviendo un proceso de transición como país y nos estamos acercando a ser un país desarrollado, por lo que la innovación tecnológica es cada vez más importante en Chile. Para que haya innovación tecnológica se requiere, desde mi punto de vista, una relación virtuosa entre la academia y la industria. Desarrollar esta relación es un proceso complejo, vamos bien encaminados”.

En este último punto, el eje central tiene que ver con la capacidad que tiene la academia para formar los profesionales que el país necesita, además, de contribuir significativamente con sus capacidades en investigación y desarrollo (I+D) para un buen funcionamiento del ecosistema, donde todos los actores cumplen un rol estratégico para lograr objetivos a nivel país.