Soluciones innovadoras al servicio del país y su sociedad durante la crisis sanitaria

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Miles de escudos faciales impresos, un prototipo de ventilador mecánico, un robot de teleasistencia para que los pacientes con covid-19 pudieran comunicarse con sus familiares, métodos de testeo y trazabilidad para incrementar las capacidades de la red de salud nacional, son parte de las iniciativas lideradas desde la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile.

La Universidad de Chile es la mayor institución de Educación Superior del país y eso queda de manifiesto en situaciones complejas, como la pandemia por coronavirus. Han pasado casi nueve meses desde el primer caso de SARS-CoV-2 en el país, lo que transformó los modos de relacionarnos en post de un bien mayor: contener la pandemia y salvar vidas.

De manera remota comenzaron a coordinarse una serie de iniciativas con la finalidad de poner las capacidades científicas y tecnológicas de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile a disposición de la sociedad.

Es así, como durante estos meses los diferentes equipos de la FCFM han desplegado sus capacidades para el desarrollo de elementos de protección personal (EPP) para los funcionarios de la salud, además de la generación de un ventilador mecánico, un robot de teleasistencia, métodos para testeo y trazabilidad, entre otras iniciativas, donde el equipo de OpenBeauchef también ha tenido un rol destacado.

Escudo facial: imprimible en 3D, compostable y de bajo costo

El primer grupo de trabajo que lideró el desarrollo de EPP en la FCFM fue el Laboratorio de Fabricación Digital de OpenBeauchef, FabLab. El grupo a cargo de la máster Danisa Peric se sumó al trabajo de la Asociación de Fabricantes frente a la Emergencia Sanitaria (AFES), grupo de instituciones y profesionales creado para trabajar en el diseño y manufactura de equipamiento médico de código abierto (open source).

El trabajo alcanzó notoriedad en diferentes regiones del país y también fuera de las fronteras geográficas de la nación, movilizando a profesionales de diferentes carreras y también a estudiantes que, motivados por ayudar, replicaron el modelo. Además, fueron uno de los primeros equipos en Chile en pasar las pruebas de laboratorios establecidas por el Instituto de Salud Pública (ISP).

“Finalmente es un proyecto realizado por muchos, pero liderado por nosotros. Mención especial al FabLab Sinestesia, a la oficina Materia 3D y al Hospital Clínico de la U. de Chile, que colaboraron activamente con el proyecto en diferentes etapas”, indica.

A partir del trabajo generado en este contexto, se formó una red de manufactura distribuida en la Región Metropolitana, que entre 8 nodos de impresión 3D, transfirieron 2300 unidades al Hospital Clínico de la Universidad de Chile, respondiendo a la escasez de insumos médicos.

Por la envergadura del trabajo el equipo no cuenta con una estimación real de los miles de escudos impresos entregados fuera del HCUCh.

Un respiro para Chile: ventilador mecánico B.AMBU

Otro de los frentes de trabajo estuvo en torno a la iniciativa “Un respiro para Chile”, liderada por el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, y la cartera de Economía, Fomento y Turismo, la cual tuvo por objetivo dotar a la red de asistencia nacional de ventiladores mecánicos ante un eventual déficit.

El equipo de la FCFM compitió junto a otras 30 iniciativas locales, de las cuales solo fueron seleccionadas cinco prototipos. Así nació «BAMBÚ», cuyo nombre se explica de la siguiente manera: la B por Beauchef, AMBÚ por el nombre que se da a la bolsa inflable o resucitador manual, con la U final en alusión a la U. de Chile.

El modelo es una versión mejorada del diseño que el Massachusetts Institute of Technology (MIT) liberó a fines de marzo. El dispositivo compacto -con un peso de 12 kg y unas dimensiones de 50x50x30 cms.-, posee una mayor robustez e incorpora consideraciones técnicas para que su construcción sea más simple y rápida, pensando en su producción masiva en nuestro país.

El equipo estuvo integrado por Rubén Fernández, académico del Departamento de Ingeniería Mecánica; Javier Ruiz del Solar, académico del Departamento de Ingeniería Eléctrica y director del Centro Avanzado de Tecnología para la Minería (AMTC); Ulises Campodónico, estudiante de Ingeniería Mecánica; Mauricio Correa, investigador del AMTC; Felipe Inostroza, investigador postdoctoral del AMTC; Andrés Astudillo, memorista de Ingeniería Mecánica; Joakin Ugalde, ingeniero del FabLab; Daniel Arellano, kinesiólogo U. de Chile, y Víctor Contreras, diseñador industrial del FabLab.

OpenBridge Covid-19: colaboración interinstitucional

Esta Convocatoria fue organizada por Know Hub Chile; Open Beauchef, de la Universidad de Chile, y Santander X, la cual tuvo por objetivo apoyar a innovadores que fueran capaces de proporcionar soluciones desde la ciencia y la tecnología en tres áreas temáticas levantadas por el INGER y el Hospital Clínico de la Universidad de Chile: Elementos de Protección Personal, Tecnologías de limpieza, asepsia y desinfección, y Tecnologías de Información y Comunicaciones (TICs).

Los proyectos ganadores poseen un solo fin: reducir los riesgos de contagio del coronavirus del personal y de los asistentes a los centros de salud. Estas soluciones recibieron hasta $20 millones -además de apoyo metodológico, mentorías e insumos- para el desarrollo de sus iniciativas.

Uno de los ganadores fue Active Protection, de la Universidad Católica de Temuco (UCT), que desarrollará y validará pecheras y cubre-calzado con nano partículas de cobre para los profesionales de salud. Mientras que las otras dos iniciativas están vinculadas con la Universidad de Chile: Safe Vision Analytics, un sistema de procesamiento de imágenes en tiempo real con foco en el cumplimiento del distanciamiento social y revisión del uso de mascarilla en los centros de salud, y Medical Shield Staffing, un modelo de optimización de turnos de trabajo del personal de salud para reducir la probabilidad de contagio que ya se ha implementado en centros de salud. 

Salud mental: un robot social para teleasistencia

Pudú es un robot social desarrollado por un grupo interdisciplinario de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile (FCFM), el Hospital Clínico de la Universidad de Chile y del Hospital San Juan de Dios, que permite la teleasistencia de pacientes y la comunicación con sus familiares mediante telepresencia profesional. Con él es posible disminuir los riesgos de contagio del personal de salud y responder a la escasez de insumos de protección personal en atención de pacientes con Covid-19.

El proyecto fue liderado por la psicóloga Verónica Vargas-Araya, psicointensivista del Hospital Clínico de la Universidad de Chile y encargada del área de salud emocional de la Unidad de Pacientes Críticos; el Dr. Mauricio Salazar, neurólogo del Hospital San Juan de Dios, creador del Proyecto de Teleneurología; y el profesor Javier Ruiz del Solar, académico del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la FCFM y director ejecutivo del Centro Avanzado de Tecnología para la Minería (AMTC).

Centro ISCI: Multiplicando la capacidad de testeo del país

Científicos de las universidades de Chile, Concepción, Católica y Santiago, miembros del Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI), dirigido por el profesor Leonardo Basso, desarrollaron una serie de iniciativas para ayudar a los médicos a realizar test más eficientemente, mejorar el uso de los recursos de los hospitales, generar turnos óptimos para la salud de los equipos médicos vía algoritmos, hasta poder leer a distancia los datos de los ventiladores mecánicos.

De esta forma, reorientaron capacidades, conocimientos y recursos a la crisis para transformarse en colaboradores de lo que han denominado la primera línea de salud con propuestas innovadoras que han ido implementándose en medio de la pandemia que afecta al país y al mundo.

 

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