Editorial de Alejandro Pantoja, Director Ejecutivo de OpenBeauchef.
La relación entre la universidad y la industria es un factor clave para fomentar el desarrollo económico y la innovación en los países. Este vínculo virtuoso se puede materializar de diversas formas, pero el papel de las spin-off universitarias y los emprendimientos surgidos en este ámbito, ya sea desde estudiantes de pregrado, posgrado, investigadores o académicos, ha cobrado una gran relevancia en los últimos años. Las spin-off académicas son una vía efectiva para la transferencia de conocimientos y tecnologías entre la universidad y la industria y han demostrado tener un alto potencial para el desarrollo de nuevos productos y servicios con fines productivos y para la creación de empleo.
Por cierto, el éxito de este tipo de “outputs” de la universidad, depende de diversos factores, como la cultura de emprendimiento e innovación de la universidad, la disponibilidad de recursos financieros, los incentivos explícitos para el desarrollo de este tipo de actividades y el apoyo institucional para el surgimiento de start-ups. Es fundamental que las universidades transiten hacia una mayor equivalencia entre las actividades tradicionalmente esperables de un académico o investigador con aquellas relacionadas con la transferencia de tecnologías, la innovación y el emprendimiento, con una mirada desprejuiciada de estos conceptos y el vínculo con la industria. Sin duda, los criterios de acreditación de la CNA y los rankings internacionales que ponderen mayormente estos indicadores, son esenciales en el tablero.
El rol de las políticas públicas y los diferentes actores que participan del ecosistema, son relevantes para fomentar la creación de empresas de base científico-tecnológica o EBCT, donde el programa Startup Ciencia de ANID es un gran ejemplo, pero también es importante fortalecer la relación entre actores, como los Venture Capital para que trabajen en conjunto con la academia y así reducir las brechas, tanto de lenguaje como de madurez y expectativas, y contribuir al fortalecimiento en etapa temprana de las empresas de base científico-tecnológica. Paralelamente, es fundamental modernizar nuestra regulación que aún presenta en diversas leyes y artículos, elementos que frenan o desincentivan la creación de EBCT desde las universidades, sobre todo desde las estatales.
Las EBCT son el “eslabón perdido” (Audretsch y Link, 2018) para cerrar la brecha entre el conocimiento que se genera en las universidades y su aplicación, vía innovación, en el mercado, siendo clave para impulsar el crecimiento de la economía del conocimiento y permitir que Chile aproveche su potencial en términos de innovación y desarrollo.