Las brechas de género desde la mirada de las emprendedoras

La desigualdad y obstáculos para las mujeres se presentan en los más diferentes ámbitos de la vida. Una realidad que también está presente en el mundo del emprendimiento y la innovación, donde las cifras de participación femenina siguen siendo bajas. Dos emprendedoras nos cuentan sobre su experiencia al decidir emprender en ciencias y tecnología.

El 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció como lema para este año: «Por un mundo digital inclusivo: Innovación y tecnología para la igualdad de género», que busca reconocer los múltiples aportes de las mujeres en ámbitos científicos y técnicos, además, de remarcar las brechas, la infrarrepresentación profesional y académica en carreras del mundo STEM.

Pero ¿qué pasa con las emprendedoras de base científica tecnológica? Según antecedentes de Endeavor, comunidad líder de emprendedores de alto impacto, solo un 25% de las startups tecnológicas son lideradas por mujeres, las que, además, reciben un 23% menos de capital que sus pares masculinos.

A esto, se suman la información de Start-Up Chile, que revela que un 77% de las mujeres recurren a sus ahorros para poder emprender; y del Segundo Estudio de Caracterización de los Emprendimientos de Base Científica-Tecnológica de Chile (2021) del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, que revela que 3 de cada 10 empresas solamente son lideradas por mujeres.

En el marco de una nueva conmemoración del 8M, dos emprendedoras, cuyas iniciativas surgieron al alero de OpenBeauchef, centro de innovación y emprendimiento de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM), se refieren a su proceso y las dificultades que han enfrentado.

Josefina Díaz, CEO de Blummo, sueña con mejorar la calidad del aire en el sur de Chile, donde la contaminación, producto de la  calefacción a leña, genera problemas de salud y medio ambientales. Según explica la ingeniera de Beauchef “emprender es de mucha incertidumbre, por lo que diría que el mayor desafío es sortear las dificultades para lograr tener éxito, esto como mujer se intensifica aún más, porque estamos condicionadas por lo biológico. Emprender no es fácil, pero esto es aún más difícil cuando tus decisiones se ven condicionadas entre ser una mujer exitosa, y por ejemplo, ser mamá”.

Mientras define estrategias comerciales para su emprendimiento en el marco del proyecto Semilla Expande que se adjudicó, reconoce los esfuerzos que se hacen para cambiar esta realidad en el ecosistema de innovación y emprendimiento local a partir de programas de apoyo y financiamiento para mujeres y también a su red de apoyo, familia y amigos. “Sin embargo, aún queda mucho por hacer para garantizar que las mujeres tengamos las mismas oportunidades y recursos que los hombres al emprender”, sentencia.

Josefina Díaz, Blummo

Barreras culturales

Dasla Pando es CEO de Enerdis, una startup asociada al sector de energía y ganadora de un fondo Semilla Inicia de Corfo, quien relata, desde su experiencia, que uno de los principales desafíos que enfrentan las mujeres a la hora de emprender en el país es la confianza en sus habilidades, competencias y conocimientos, además de la consecuente marginalización.

“Las mujeres están obligadas a enfrentar prejuicios y barreras culturales que los hombres no tienen. Existen diversos estudios y artículos que hablan de cómo las mujeres se restringen de postular a empleos donde no cumplen a cabalidad los requisitos, por ejemplo. Esto también se confirma y extiende al emprendimiento, nos cuesta tomar riesgos pues a lo largo de nuestra historia no se nos premió por ello, necesitamos estar completamente seguras de nuestras capacidades y nuestros proyectos para lanzarnos”, expresa.

Una situación que considera que es particularmente conflictiva en el emprendimiento, donde crear un proyecto requiere de muchísimas habilidades distintas, que quien toma el desafío debe aprender con la experiencia.

“Hablamos de desarrollar conocimientos y sensibilidades legales, financieros, comerciales y sociales, adicionales a las habilidades técnicas específicas que se requieran, las que pueden ser indispensables, por ejemplo, en emprendimientos de base científico-tecnológica”, aclara.

Dasla Pardo, Enerdis

Empoderar y crear redes

Una dinámica que podría ayudarlas en un contexto adverso, lleno de obstáculos y brechas, podría ser la conformación de redes entre las mismas mujeres que se dedican al ámbito del emprendimiento. Así lo sugieren tanto Josefina como Dasla, quienes remarcan el valor de colaborar y contar con espacios y programas de apoyo, que les permitan enfrentar sus vidas como emprendedoras y mujeres de una manera más amable.

“Podrían también haber beneficios en guarderías enfocadas a emprendedoras, tal vez en los coworks, cosa de facilitar el trabajo a las madres emprendedoras o del mismo modo, beneficios de salud para madres o sus bebés. Ya que como dije, las emprendedoras al principio solo tenemos salida de dinero”, explica Josefina Díaz.

Para la CEO de Enerdis, en tanto, es urgente visibilizar y empoderar a las mujeres que son parte del ecosistema de innovación y emprendimiento del país. De esta manera, se contribuirá a que adquirieran una mayor confianza en la toma de decisiones.

“Debemos combatir los desafíos particulares de los sectores en donde se emprende. No podemos olvidar que las mismas prácticas discriminatorias y desafíos que viven las mujeres en los diferentes sectores de la industria son traspasados a aquellas que emprenden en ellos. En ese sentido, creo que la lucha contra la desigualdad en el ámbito profesional de todos los sectores no debe descuidarse. Así como, en el caso de emprendimientos de base científico-tecnológica ligados a las áreas STEM, donde la subrepresentación femenina sigue siendo alarmante”, sentencia Dasla Pando.